TU ESTADO EMOCIONAL VARÍA SEGÚN LA TEMPERATURA...
De dos meses a hoy ha cambiado todo mucho.
Hablo con amig@s o conocid@s que no paran de decirme lo tristes que están todos.
El sol del verano, que nos acompañó por un largo periodo del otoño se fue.
Y parece haberse llevado consigo esa alegría y vidilla que teníamos hasta entonces.
Estamos constipados, hace frío, apenas hay nadie por la calle, en fin un drama todo...
Pues vamos a ver, quizá estemos cometiendo un error mirando y basando nuestra felicidad en lo que es exterior a nosotros.
Pensar que la felicidad viene dada por los demás o por aspectos únicamente externos es el peor error que podemos cometer.
Y junto a ese error se adhiere el hecho de creer que la felicidad es un estado y no momentos.
Yo soy feliz cuando mi sobrina baila si la doy palmas, cuando despierto sin prisa alguna, fuera llueve y yo estoy en la crisálida de mi edredón pensando en lo agustito que estoy, cuando pongo la radio y justo suena una canción que me encanta.
Esto pasa haga frío o calor.
SEGURO QUE TIENES BUENOS RECUERDOS ACOMPAÑADOS DEL FRÍO
Yo recuerdo cuando era un flequillo pequeño y mi padre nos llevaba al prado donde teníamos los caballos, y ataba nuestro trineo rojo a la furgoneta. Mientras mi hermano me agarraba yo me volvía loca dando voces y pasándomelo pipa.
También un día que me despertó y aunque no estaba nevado hacía un frío que pelaba.
No me dijo nada me vistió, mi madre redujo mi visión periférica a un 10% entre gorro y bufanda, y a la furgo. Además esa forma de ponerte la bufanda inmovilizaba tu cuello. Yo creo que lo hacía por si me pasaba algo ahorrar tiempo a los de la ambulancia...
Cuando ví dónde íbamos...¡ aluciné!
Llegamos al prado. Y abrazada a mi padre ví nacer a mi potrilla, Linda.
Me acuerdo que me impactó verla caer las dos primeras veces que se intentó poner en pie.
Y a la vez me pareció de lo más bello que se puede ver.
ACCIDENTES EN LA NIEVE LOS FLEQUILLOS CAEN PERO SE VUELVEN A LEVANTAR
Estaba tooodo el prado nevado.
Mi padre estaba o domando o dando de comer a los caballos. No lo recuerdo porque yo andaba dando brincos a mi bola por la nieve.
De repente, en uno de esos vertiginosos saltos, (vertiginoso con 5 años sería levantar 30 cm los piececillos del suelo), caí.
Una sensación de frío me congelaba el cuerpo.
Me había caido dentro de algo.
Yo a chillar: Papaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa (acojonada es poco)
Me imagino que mi padre me vigilaba desde lejos porque tardó bien poco en llegar.
Tuvo que ser gracioso desde fuera. Porque resulta que dónde yo había caído, era un pozo.
Pero no un pozo con piedrecitas que lo rodean y delimitan.
Un agujeraco, no muy alto, que al quedar cubierto por la nieve, fue la mejor trampa caza-flequillos de la historia.
A casa.
Y en casa cambio de ropa para mi, y parece que aún puedo ver mis piernecillas colgar del radiador.
¿Y LAS BOLAS DE NIEVE ?
Algunas llevaban piedra por dentro que lo sé yo.
Si era amigo tuyo no incrustabas hielo.
Lo que empezaba entre un jiji jaja, acababa con un: Venga, la mano y a pedirse perdón..
Que gracia me ha hecho siempre lo de dar la mano y pedirse perdón.
jajajjajaja.
Dabas la mano a tu enemigo con un desdén... y luego entre dientes y sin mirarle a la cara decías bajito:
-Perdón...
Eso me recuerda a:
-Lo siento, me he equivocado, no volverá a ocurrir...
Traducido a la realidad sería:
Me obligáis a disculparme, lo volveré a hacer, pero sin que me pilléis..
EL FRIO TE DA VENTAJAS
A ver quién no se ha aprovechado del frío para acercarse a alguien...
En el caso de nosotras para que nos abracen.
Y si alguien me dice que no, no me lo voy a creer.
La comida en invierno es contundente y te sienta fenomenal.
Y más cosas buenas tendrá que ahora no caigo. Ya me diréis más.
Chicos que la primavera va a llegar! Pero entre tanto disfrutad del invierno que algo bueno tendrá ya que existe.
Además recordad, digan lo que digan, los pelos del flequillo abrigan.