Mostrando entradas con la etiqueta monte. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta monte. Mostrar todas las entradas

lunes, 16 de enero de 2017

LA CRUZ DEL SOLDADO DE LA GUERRA CIVIL

Entre el frío y la niebla la descubrió un día que andaba por allí de casualidad. 
Entre pinos y pedruscos de granito vió la cruz. 
Estaba escondida, como olvidada. Como si fuese sólo para el que perdió la vida allí.
1937 guerra civil española.
Cuentan que salió de alguna trinchera en busca de agua y que un disparo del otro bando le quitó la sed ya para siempre. Aunque hay quien dice que esa bala venía de la trinchera de dónde salió.
La inscripción está ya ilegible y pasando las yemas de los dedos es como mejor se puede interpretar. 
Y en nuestra zona, paso inevitable, joyita de la sierra, aquí se han vivido muchas historias. Todo tiene al menos dos versiones. Casi todo es subjetivo.
Miramos esas trincheras, esa cruz y se nos vienen falsos recuerdos de una guerra que no hemos vivido. 
Con la niebla, la nieve y el viento que aquí parece pararse, sólo quiero imaginar e intentar ponerme en el lugar de cualquiera que haya pasado noches aquí con su fusil compartiendo terreno con el frío y la incertidumbre. 
Ahora la buscarán más. Yo he tardado 2 años desde que sé de su existencia. Ahora es un juego, un hobbie, 81 años atrás no lo creo. 
"Con niebla nos hemos conocido. Como cuando te conoció quien me habló de tí."

Y con esta niebla tan densa... difícil será recordar el camino. Aunque a lo mejor es mejor para todos, porque tendemos a entender sólo lo tangible.

lunes, 9 de mayo de 2016

FUEGO EN EL CORAZÓN

Vinieron de amarillo, andando por la carretera. No les importaba estar cansados, porque estaban más cansados de su situación.
Imagina poner ganas, devoción, esfuerzo y profesionalidad en tu trabajo. Imagina situaciones que te sitúan en momentos peligrosos. Imagina calor, nervios, humo, rapidez el ruido de un helicóptero. La unión a tus compañer@s, que muchos perdieron la vida, dándola no sólo por un trabajo con una nómina bastante cuestionable. También por la naturaleza, los seres que viven en ella y personas en riesgo.
Ahora deja de imaginar. Ese trabajo, no tiene una categoría reconocida. No.

Yo que acostumbro a pasar horas disfrutando del paraíso que es para mi el monte, con sus ruidos, su olor, su brisa... Imagino el infierno en el que se puede convertir, además habiendo escuchado testimonios. No podría definirme como amante de esto, y mirar a otro lado cuando alguien, que aunque no conozca vela por una gran pasión de mi vida, y sólo pide lo justo.

Después de que un buen amigo mío, bombero forestal me dijese el fin de esta marcha y que pasaría por aquí, allí aparecimos unos pocos.
Al principio fue raro. Obviamente apareces allí sin conocer a nadie y resulta extraño.
Creo recordar que eso sólo duro unos minutos.
Porque hay un fenómeno que se da en ocasiones, y es la cercanía que puede ofrecer alguien lejano.

He tenido la suerte de hablar con ell@s, preguntarles cosas, reírme tomarme unas cervezas...

Esa gente los BOMBEROS FORESTALES, esa gente lleva fuego en el corazón.
De pequeña oí tanto lo de: "defensora de las causas perdidas"... una vez más me reafirmo con unos 17 años más.
LAS CAUSAS SÓLO ESTÁN PERDIDAS SI NO SE LUCHAN.

No os  desaniméis! Esta bomba cada vez tiene mas onda expansiva.
No he conocido a nadie que consiguiera nada importante sin entusiasmo, energía e ilusión.

Que el trabajo vuestro entre otros sea apagar fuegos, pero la llama del corazón y la lucha por algo tan razonable, reciba fuelle.

Fundamentales BOMBEROS FORESTALES

domingo, 31 de enero de 2016

El cuento del musgo y el helecho

La paz reinaba en el monte de pinos.
Era un amanecer de primavera. Todo empezaba a teñirse de verde.
Pegado a una piedra de granito, veía el musgo, los primeros rayos de sol, iluminando la hierba y todo a su alrededor.
Pero algo cambió ese día.
Muy cerca de él, el musgo advirtió que empezaba a crecer un tallo verde.
-¿Qué será?
El musgo tenía experiencia en el monte. Llevaba ahí sobre su piedra de granito mucho tiempo.
Le invadía la curiosidad.
El tallo fue creciendo hasta que se formó un helecho verde intenso.
Un amanecer más, al abrir los ojos, el musgo quedó sorprendido e impactado. Esta vez no fue él quien estaba observando.
Fue así como empezaron a hablar entre ellos. Eran totalmente diferentes. Su tema de conversación era su entorno. Al menos, al principio. Fueron pasando los días, y el helecho crecía. Llegó a crecer tanto que ya la punta de sus hojas tocaba al musgo. Seguían las conversaciones. Pero cada vez se daban más cuenta de que empezaban a ser más trascendentes. Muchas veces el helecho se ponía triste, cuando el viento soplaba tan fuerte que lo zarandeaba. Pero el musgo lo animaba.
-¡Manténte en pie! ¡Todo viento pasa! Llevo aquí mucho tiempo. Hazme caso.
Y el helecho se calmaba.
Cuando llovía, era el musgo el que sufría. Y el helecho le arropaba.
Llegó el calor del verano.
Y el sol picaba.
La voz del helecho sonaba más bajita.
Hasta que dejó de sonar.
El musgo estaba triste. Tan triste, que empezó a ponerse marrón.
Seguía en su granito, recordando a su amigo.
Las lluvias volvieron en otoño.
Los días se volvieron húmedos.
La nieve lo cubrió en invierno.
Pero después volvió la primavera.
Y mojado por las gotas de rocío, una mañana al despertar, volvió a sonreír. Ahí estaba, el helecho.
No podían pasar mucho tiempo juntos. No podían elegir, que fuese todo el año primavera.
Asi que decidieron disfrutar al máximo de sus conversaciones.
Se protegían y animaban nuevamente.
Y lo que empezó siendo tan diferente para los dos, se convirtió en lo mejor que le puede pasar a un musgo y a un helecho.
La amistad.
Hay que protegerla, hay que valorarla, y todo eso, nunca debe suponer otra cosa que no sea un placer.
Nunca sabes lo que puede crecer de un tallo verde, ni los sentimientos que puede haber tras algo tan duro, como una roca.

domingo, 21 de diciembre de 2014

EL FLEQUILLO TIRA AL MONTE

EL FLEQUILLO TIRA AL MONTE
¿Cómo te dió por ahí? 
Estais locos.
¿No vas a salir porque mañana tenéis ruta?
¿No te da cosa?
¿Qué te aporta?
Estas son las preguntas frecuentes. Me dan ganas de poner un enlace con las respuestas cómo en los servicios técnicos...

De un tiempo a esta parte veo la vida de otra manera, soy más feliz, y quizá, en parte, sea por esta afición.
Por demostrarme a mi misma y no a los demás.
Me dió por ahí porque un grupo de buena gente me lo propuso.
Todo empezó conmigo en una conversación de bar.
-Oye! Nosotros hacemos rutas! Vente!
(Creo que es de lo mejor que he podido hacer en mi vida)
El primer día fue duro. Pero también me enamoró.
Cuando te das cuenta de lo que puedes conseguir te motivas, te sientes bien.

NO ESTAMOS LOCOS QUE SABEMOS LO QUE QUEREMOS!

¿Habéis ido por ahí? ¿Os vais a quedar a dormir allí?, si está helando...
Si supiéseis lo que puede conseguir uno mismo y cómo se siente después, haríais igual.

Una vez leí por internet, que el hombre que conquista una cumbre, se conquista a sí mismo.
Tengo un amigo, que tiene cierto grado de minusvalía, no le para nada. Se ha evaluado a sí mismo, se ha sorprendido, y ha dado con un canto en los dientes a quiénes no le creían capaz.
Señores este tío, keku, no sólo nos ha sorprendido a todos. Además es un ejemplo a seguir para todos aquellos que puedan encontrar paralelismos con su situación física. Esta persona ha recuperado soltura al andar, y la plena confianza en él.
Elige tu cumbre y conquístala.( No tiene por qué ser una cumbre literal).
La única manera que conozco de evaluarme y superarme es, ponerme a prueba yo misma.
Casi todo lo que te propongas, con esfuerzo y perseverancia, lo conseguirás seguro.
No te voy a decir que te subas el Teide si eres cardiópata, con realismo ante todo.
También me he dado cuenta de cómo cambia tu punto de vista ahí arriba.

ESTO ES UN CLAN, SOMOS TODOS UNO. MOSQUETEROS AL PIE DE LA LETRA

Uno para todos, todos para uno.
Cuando vamos subiendo una cuesta, y vemos que alguien se queda rezagado, se le espera, se le pregunta qué tal va, y si necesita algo.
En estos hobbies hay calidad humana.
Se reparte el peso de las mochilas si alguien va muy cargado, si te quedas sin agua, no vas a pasar sed, descuida.
Hay compañerismo.
Si alguien se lesiona, como si hay que llevarlo a rastras, se haría.
Las galletas, tabaco, bebidas, son de todos y para todos.
Al igual que, en ruta conocemos a otras personas, e intercambiamos información, creamos lazos, etc...

EN ESTE ENGRANAJE CADA PIEZA ES IMPORTANTE. TODOS APORTAMOS ALGO

Piti el líder. La cabeza de la que salió esta locura. Propone rutas, nos guía, nos ayuda, nos aconseja.
Ana, la información y el  cariño en persona. Una máquina. Nos dice cómo hacer las cosas, aprendes con ella de todo, técnica, naturaleza, curiosidades...
Mila, la mujer que nunca se cansa. Siempre tira para alante con todo. Es muy dedicada en todo lo que hace, siempre se ríe.
Cerote, el fotógrafo del grupo, bromista con mucho fondo en todos los sentidos. Nos ayuda en sitios chungos y nos partimos de risa con él.
Ruth, siempre cuida de los demás es una mamá en toda regla. Propone siempre cosas y se apunta a todo. 
Keku, la superación en persona. Nunca le he visto pedir ayuda a ninguno de nosotr@s. Lo importante es levantarse, no caerse. Yo le admiro.
Manuel y Luis vinieron hace poco y se han ganado un huequito entre nosotros. Son geniales siemmmmpre sonrien, se les dan genial los "selfies".
Ito viene cuando puede es un chinche, pero un machote, si necesitas algo de él lo hará.
Sheila, nuestra pequeña hada. Una niña de siete años que te roba el corazón y a veces se engancha a tu bastón.
Tiene una sonrisa preciosa, unas fantasías cautivadoras, y unos ojos hipnotizantes. No os creais que por tener siete años va mal. Ella sube corriendo cuestas de piedras, mientras te deja sin aliento con una conversación de lo más interesante.
Hay más personas aquí en este grupete de amig@s, pero yo sólo hablo de quiénes más conozco.
Y yo me pongo a cantar muchas veces, hago rabiar a tod@s, y también les aprecio muchísimo. Desde que les conozco tengo otra familia.
CUEVA VALIENTE NAVIDAD 2014

El viernes 19 de Diciembre nos quedamos a dormir en el refugio de Cueva Valiente.
Dado que es tradición aquí poner el Belén en navidades, en esta montaña, decidimos quedarnos 4 valientes a dormir.
La gente nos ha intentado meter miedo, nos hablaban del frío, del refugio y que a ver si nos íbamos a ahogar con el humo del fuego.
Nos advertían.
Dónde hay entusiasmo no cabe el miedo.
Que gratificante fue esta idea de "pirados".
Patri nunca había venido con nosotros,y lo dió todo junto con Noa,
su perrita Golden Retriever. Javi con lo joven que es ha demostrado ser todo un superviviente,dejará a Jesús Calleja por los suelos de aquí a unos años. Y keku como siempre compartiéndolo todo.
Tenemos que agradecer a Tito que nos acercara parte del camino a nosotros, y nos ayudara a cargarnos la leña a las espaldas. Ah y el hacha! Que le hemos dado buen uso.
A toda la gente que nos ofreció sacos etc...

                                 ASI HA SIDO

Tito nos cargó la leña a las espaldas, y cargados como mulas, fuimos subiendo hasta el refugio.
Conseguimos llegar para la puesta de sol, sobre las 17:50, como nos propusimos.
Después de soltar la carga fuimos a hacer fotos, y avisamos de que llegamos a los de abajo.
Nos quitamos la ropa sudada y nos cambiamos. Colocamos las esterillas, sacos etc..
Javier y keku hicieron el fuego en la chimenea. Y entrando en calor cenamos muchísimo y muy bien.
Hablando al lado de la chimenea, entre risas, y con la radio de fondo, nos dieron las 23:00. Decidimos acostarnos. Bromas, risas, y un plátano que me zampé, que sonaba al morderle como una manzana de lo frío que estaba...
Nos sacamos una foto y se la mandamos a los de abajo. No pasamos frío al principio de la noche, luego el relente nos enfrió un poco los pies.
Amanecimos a las 6:30, amanecimos nosotros, el día no. Aún se veía la Luna y Madrid iluminado.
Javi y yo nos fuimos a por leña porque nos quedamos sin ella. Y con los frontales puestos porque aún era de noche, pillamos ramas secas, y volvimos a calentar el refu.
Amaneció y subidos a las piedras más altas, pudimos ver el vuelo de dos águilas, y más tarde a nuestros compis llegar los primeros allí.
¡Qué ilusión! Traían pastas, nesquick, y comida a tutti. 
El resto lo sabréis. Ponen el belén allí como cada año y comemos todos los que subimos juntos. 
Con los tirantes del suje marcados de cargar la leña, sueño, agujetas, y cansados, volvimos a casa. 
Ha sido increíble chic@s lo repetiremos sin lugar a dudas.
Por eso nos gusta. Porque nos despeja, nos hace formar parte de una forma más estrecha de la naturaleza que nos rodea, y fomenta el compañerismo con los demás.
Por todo esto al flequillo le gusta pasar frío, perderse un Viernes o Sábado de fiesta, o acabar  con arañazos por todo el cuerpo.
Como dice nuestra pequeña hada: 
Buen camino!
Os dejo aquí un vídeo nuestro por si alguno no lo habéis visto aún. 
Un saludo!
https://www.youtube.com/watch?v=H8l8rcnalCM