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domingo, 20 de noviembre de 2016

LA MAGIA DEL HORNO, MI PADRE FUE EL MAGO

El lugar donde me he criado, allí donde se envuelven esas tartas de manzana, esos pasteles de crema...
La Pastelería Yagüe.

Mi casa, mi casa que es la de mis hermanos, la de mi padre, mi abuelo, mi bisabuelo, etc) Nuestra casa no sólo es el piso donde dormimos.
 Nuestra casa es la tienda, es el obrador.
Todos nos hemos empachado pasándonos de comer dulces, todos nos hemos pringado hemos corrido, gritado y quemado con el horno.

Imagino a cada uno de mis antepasados advirtiendo a su hijo o hija de que tuviera cuidado con el horno. A nosotros nos ha pasado desde pequeños y ha sido así en diferentes épocas:

¡Cuidado que te quemas, trasto!

Pero un día metí la mano y no me quemé.

Entre estas paredes hemos vivido momentos agotadores y momentos preciosos como el que os voy a contar en estas líneas.

Era época de roscones donde en nuestra casa formamos una cadena perfectamente planificada entre todos.

Mi padre hace la forma y esconde las sorpresas en el interior. Mi hermano prepara la masa, el resto los decoramos con guindas azúcar y frutas y mi madre los mete al horno.

Era pequeña cuando todo sucedió, tendría 5 o 6 años, como nunca he sido una niña muy parada andaba investigando. Así, descubrí bajo la entrada caliente del horno algo que me había pasado inadvertido, abrí esa especie de armario metálico que forma parte del mismo horno pero no daba calor.

-¿Papá qué es este armario?
- Ahí es donde se meten los roscones, y así crecen.

A mí esto me pareció algo alucinante así que se me vino una idea.

En un momento que nadie me veía, cogí 100 pesetas que mi abuelo Valentín, o quien fuera me dió, y metí la moneda dentro.
Si los roscones aumentaban de tamaño... esta cantidad de dinero también tenía que incrementar su valor.

Aquella noche estuve dando vueltas, deseando bajar al obrador para desayunar mi suizo y ver qué había ocurrido en "la incubadora del horno".

Bajé.
Les di los buenos días y fui directa al sitio mágico.
Abrí y lo que vi me dejó fascinada.

¡¡¡Había 500 pelas!!! ¡¡¡Y yo metí 100!!!

Se lo conté a mi padre y el sonreía.
Me imagino que me vería tan feliz,tan inocente, tan sorprendida...

Ahora me imagino su vivencia.
Parece que le veo meterse ese madrugón horrible que lleva metiéndose año tras año, día tras día.
Me le imagino abriendo esa puerta. Quizá mi moneda cayó y sonó. Y él se extrañaría.

Me imagino su cara al ver la moneda. Imagino que se reiría y estoy segura de que se conmovió.
Así visualizándome a mí, metiendo la moneda, echaría su mano al bolsillo para meter la suya.

Es uno de los mejores recuerdos de mi vida.
Y todas las Navidades mientras nos juntamos todos en esa cadena él lo cuenta.
Yo le digo que se repite...
Ojalá se repitiera.
No creo que sea casualidad, que en la inmensa mayoría de mis mejores recuerdos, el siempre tenga algo que ver.
No creo que la Navidad sea magia,
pero hay personas que son capaces de crearla.

Esta entrada va por él no es porque sea mi padre es porque siempre ha luchado por nosotros, era un mago sin capa y para mí no hay hombre en la tierra que se le pueda parecer.

Que sean eternos los años juntos en esa mesa ayudando.
Aunque suela llegar tarde.
Aunque cueste el madrugón.

viernes, 2 de enero de 2015

LA NAVIDAD AÑO NUEVO Y LOS FLEQUILLOS MAGOS

LA NAVIDAD AÑO NUEVO Y LOS FLEQUILLOS MAGOS


Pasó la navidad.
La verdad es que hace un frío del copón.
Hay gente que no soporta estas fechas y le parecen de lo más hipócritas. Bueno cada uno ha de decidir si aplicar lo de ser bueno todo el año con los demás.
De pequeños nos hace una ilusión descomunal eso de los regalos, las vacaciones etc...
El otro día en el facebook, leí en el estado de una amiga, que la nochevieja le parecía una fiesta estúpida.
Para mí es casi de vital importancia.
Para mí.
Porque creo que para empezar algo con ganas, tenemos muchos la necesidad de acabar una etapa anterior.
Cuando empiezas un proyecto, sea cual sea, tu cabeza está llena de ideas, iniciativas, etc...
Porque si no, no lo empieces...
Así pues me parece estupendo que se celebre. Que la gente se llene la cabeza de ideas, y el corazón de iniciativas.
Como cada año para reyes, yo ayudaré a mis padres en su negocio.
Me imagino,que como cada año, me acompañarán unas ojeras hasta la altura de las rodillas.
Una vez más intentando empezar de nuevo, nos espera el 2015.
Y el 2014 que en su mayoría ha sido un año genial, se va de mi vida con la inercia de una "patada en el culo" tras las doce campanadas.
                      UN ESCARMIENTO PARA EL FLEQUILLO POR REYES

Tenías que ser un ejemplo de bondad en la piel de un niño.
Porque si no te traían carbón.
Ese carbón que el flequillo ha recibido cada año por navidad desde que tiene memoria.
También caían regalos, porque a pesar de este toque de atención por parte de Papá Noel o los Reyes Magos, luego les daba penilla y escondidos detrás del sofá siempre había algún regalo.
Un año el flequillo no se molestó demasiado en pulir su comportamiento durante el mes de Diciembre.
Así que decidió engañar a los reyes magos. El plan parecía infalible, llevaba pensando esto dos semanas.
Papel y boli en mano.
Todos estaban dormidos ya, tres copas de vino en la mesa al lado de la ventana para cuando llegaran...
En el papel escribió esto:
Hola sus majestades, este año Ángela ha sido muy buena. Un saludo
A continuación la firma con el nombre de su hermana mayor.
Tan contento el flequillo se fué a acostar.
¿Qué podía fallar? Llevaba ensayando la firma de su hermana toda la tarde.
Al día siguiente, oye como se despiertan todos en su casa, y de un brinco salta de la cama.
Corriendo por el pasillo llega al comedor.
Cuando llegó, las caras de sus padres y hermanos estaban muyyyyy serias.
No veía ningún regalo. Sólo carbón.
-¿Y mis regalos?
-Han venido los reyes y nos han dicho que ha falsificado la firma de tu hermana, que en realidad no te has portado tan bien...
Recuerdo mirar los regalos de los demás y mientras romperme los dientes comiendo el carbón de azúcar.
Me dejó alucinada que no colase esa nota. Era perfecta. Pero claro pensé luego, que eran magos...
Al rato alguien me dijo:
-Uy! Aquí pone Ángela...
Otro brinco de atleta. Ahí estaban si señor!
Y ya me quedé jugando con mis juguetes toda la mañana.
Ahora que entiendo todo, imagino a mi familia partiéndose de risa de la nota que encontraron pegada al cristal de la ventana. Y que cuando me escucharon llegar por el pasillo decidieron darme un escarmiento que no olvidaré ninguna navidad del resto de mi vida.
 Sólo que ahora me parto de la risa recordándolo.
LA NAVIDAD Y LOS REYES CUANDO ERES MAYOR
Este año se me ofreció la oportunidad de ser paje.
Y os diré una cosa, bueno, varias.
Primero resulta muy bonito formar parte de esta gran mentira, porque ver a un niño o niña, mirarte a los ojos con ese brillo que sólo brinda la esperanza, es todo un deleite.
Segundo, mucha tablet mucha tablet... Ni un sólo niño me pidió un balón de fútbol.
Algo está pasando.
Tercero, leyendo las cartas, veías la personalidad de cada uno. La sencillez de casi todos. La bondad de muchos de ellos, y la picardía de la que están dotados.
Creen ciegamente que esa carta la leerá su rey. Y resulta muy interesante como se "abren" en esas líneas.
¿HIPOCRESIA?
Ya sabéis gente a portarse bien, luego el resto del año podéis defraudar a hacienda, malmeter, y todo lo malo que se os pase por la cabeza.
A mí la navidad me gusta. Pensad, si no hubiese navidad, ¿Con que humor afrontaríais el mes de Diciembre?
Enserio tiene su sentido.
Feliz año a todos. Portaos cómo vuestra moralidad os recomiende. Sed como queráis ser. Cómo creáis conveniente. Al fin y al cabo no hay mayor castigo que el que nos imponemos a nosotros mismos, ni mayor regalo que el que nos podamos hacer.